Imaginen por un momento que el candidato te está hablando con fluidez sobre sus habilidades profesionales y experiencia, pero al mismo tiempo su mirada divaga por la oficina del reclutador, no pueden mantener quietas sus manos o pies, se muerden las uñas en silencios incómodos, etc.
He aquí algunos puntos importantes:
La mirada: ¿Cuando alguien está hablando con ustedes y los mira fijamente, irradian tanta seguridad que a veces se intimidan? Si el entrevistado evade su mirada al tratar de responder o está poniendo atención a otros detalles denotara esa tensión. Si desvía su mirada hacia abajo, es no creer.
Gesticulación de las manos: Es completamente normal que el entrevistado apoye sus explicaciones con las manos, pero nunca debe ser excesivo. El movimiento brusco y desmedido puede que llegue a distraer al reclutador. Si entrelaza sus dedos es autoridad. Frotarse las manos es impaciencia. Tocarse la nariz ligeramente es mentir, duda o rechazo.
La primera impresión es básica, así que es fundamental el saludo, por lo que debe ser seguro, con energía y decisión.
Postura Corporal: Si al sentarse se apoya demasiado atrás se percibe como falta de interés; y si lo hace muy adelante demuestra nerviosismo. El movimiento constante, denota aburrimiento o desinterés. Jugar con el cabello es inseguridad. Si inclina la cabeza demuestra interés. Si esta aburrido cruzará las piernas y las moverá.
No todo es regla escrita, la habilidad del reclutador hará de la entrevista un éxito.