Desde mi primer empleo siempre he vivido, visto y escuchado a la gente quejarse de sus jefes inmediatos y éstos quejarse igualmente de sus jefes. Y ahora como consultores e investigadores hemos obtenido encuestas en las cuales hemos encontrado que el 70% de las renuncias a los trabajos son para alejarse de sus jefes o estos han originado la búsqueda de nuevas oportunidades por parte de sus colaboradores.
A continuación te comparto una estadística de la firma investigadora Gallup quien realizó una encuesta a mas de 7200 adultos y descubrió que alrededor de la mitad de los consultados había renunciado a un empleo en algún momento “para alejarse del jefe”.
Entonces, ¿Qué quieren los empleados de sus jefes? En una palabra, comunicación.
Se descubrió que los trabajadores cuyos jefes realizan reuniones habituales son tres veces más propensos a sentirse involucrados y estar entusiasmados con sus empleos. Los empleados señalaron que quieren estar en contacto con sus jefes a diario, y no sólo para hablar de metas de ventas o una presentación próxima. Quieren que sus gerentes también se interesen en sus vidas personales.
Más de la mitad de los trabajadores —54%— que se mostraron más de acuerdo con la declaración “Siento que puedo acercarme a mi jefe con cualquier tipo de pregunta” están involucrados activamente. Alrededor de un cuarto de quienes contestaron la encuesta señalaron que no se sentían cómodos hablando de temas personales con el jefe
Los empleados que sienten que pueden comunicarse abiertamente suelen confiar mucho en sus jefes. Se tiene “un elemento de seguridad en la relación (supervisor-subordinado) que es realmente importante”.
Otra zona que se puede mejorar: fijar prioridades y metas para el trabajo. Según la encuesta, los trabajadores sienten que tienen pocos lineamientos para comprender lo que se espera de ellos. Doce por ciento de los trabajadores estuvieron muy de acuerdo con que su jefe los ayude a establecer prioridades laborales. Ese 12% tiende a sentirse mucho más feliz en el trabajo que quienes calificaron la capacidad de sus jefes de ayudarlos a fijar metas en la parte inferior de la escala.
“La claridad en las expectativas quizás sea la necesidad más básica de los empleados y es vital para el desempeño”, es lo que se concluye.
Los trabajadores también quieren aceptación de responsabilidad. “Para los empleados involucrados, la rendición de cuentas significa que todos los empleados deben cumplir con los mismos estándares, y los holgazanes quedarán expuestos. Así que el control significa que hay igualdad” y no compadrazgos.
Sin embargo, hay un problema inherente a la gerencia. También se ha descubierto que sólo tres de cada 10 jefes tienen el talento natural o que se puede cultivar para volverse hábiles en el manejo de recursos humanos. La firma dice que ese tipo de jefes motivan a sus empleados, se hacen valer para superar obstáculos, crean una cultura de rendición de cuentas, construyen relaciones de confianza, y toman decisiones con información y sin sesgo para el bien de su equipo y la empresa. Lamentablemente, sólo 10% de los gerentes demuestra los cinco talentos, y otro 20% posee algunos de esos rasgos y puede aprender los demás.
Es por eso que una de las misiones de VSA es el desarrollar lideres de Excelencia Operativa capaces de desarrollar sistemas meritocráticos que empoderan a sus equipos de trabajo para realizar las transformaciones en las organizaciones.